Los niños deben ser estimulados desde pequeños para su correcto desarrollo intelectual. Cada día, deben ir descubriendo sensaciones nuevas. Las texturas de los diferentes materiales es uno de los aspectos que es importante que experimenten.

Cuando los niños son pequeños y comienzan a gatear es cuando empiezan también a tocar los diferentes elementos que tienen a su alcance. Será el momento de crear un panel de texturas. Los juegos de la pedagogía Montessori nos ayudarán que el niño desarrolle estas habilidades.

Los círculos sensoriales para suelo le ayudarán a reconocer texturas y tamaños al tener que emparejar piezas grandes y pequeñas. Un juego de mayor precisión que también les ayudará a desarrollar estas sensaciones consistirá en encajar las circunferencias de un mismo color una encima de otra.

Hecho en casa

Estar en casa puede ayudar a agudizar el ingenio para desarrollar actividades de ocio en familia. Las manualidades como la construcción de un suelo de textura hará que mayores y pequeños pasemos un buen rato y reforcemos los vínculos familiares. Para ello, necesitaremos pintura de dedos de diversos colores, papeles con rugosidades diferentes (seda, folio, cartulina...) y unas tijeras.

En función de la edad de cada niño, podemos hacer diferentes formas geométricas como círculos, cuadrados y rectángulos que dejaremos que ellos pinten con las manos para que comiencen a descubrir la textura de la pintura y de las diferentes superficies y ver su reacción. Una vez pintadas todas las figuras, podemos optar por dos opciones. La primera es dejarlas sueltas para que las vayan manipulando con las manos a su parecer o colocarlas sobre un panel para que puedan tocarlas sin que se muevan, por lo que tendremos un Twister casero con el que disfrutar personas de todas las edades y descubrir juntos los colores y las diferentes texturas de las piezas.

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